jueves, noviembre 02, 2006
posted by Lola y María at jueves, noviembre 02, 2006

No a la monopolización del ascensor. Sí, como lo leéis. Estoy harta de tener que bajar todos los medio días andando porque si no pierdo el autobús. Y diréis, pues sal de casa antes. No, yo tengo el tiempo milimetrado y después de muchas raíces cuadradas, establecido de tal manera que todo lo tengo que hacer en su momento, si no pierdo el dichoso bus. Pues bueno, desde hace unas dos semanas, la señora cuidadora de una niña pequeña, no se que edad tendrá pero va en sillita, aunque yo le he visto andar, ha decidido apropiarse del ascensor a la misma hora que yo. Bien, hasta aquí de acuerdo, es un bien común, está en su pleno derecho, pero que racione y no haga un uso desmesurado de él. He aquí la explicación del asunto:

Primero lo llama; el aparato llega; abre la puerta; la tiene 3 minutos abierta, mientras que supuestamente consigue meter a la niña en el artefacto; otros 40 segundos para pulsar el botón número dos, 15 segundos que tardará el ascensor y otros 3 minutos para abrir la puerta, tocar el timbre, que salga la madre de la criatura y le pregunte que qué dibujo ha tenido que colorear (la puerta sigue abierta en consecuencia el ascensor inhabilitado) que si se ha portado bien, que si me tengo que ir, que la niña llora por que no quiere que se marche su super nanny (los golpes desesperados en la puerta de metal parecen no tener efecto alguno) ¡No! La niña se pone a llorar y se aferra a la pierna de la amada niñera, ni que fuera ¡Mary Poppins! Desesperación. Opto por empezar a bajar las escaleras y al llegar al segundo echarles mi mayor mirada de odio. Me subo y pienso en que para qué me monto si solo son dos pisos. Ais…

Conclusión: no a la monopolización que además de ponerte de mal humor y hacer insustancialidades te hace bajar escaleras.


Maria
 
1 Comments:


At 4:39 p. m., Blogger lamujerdecarod

ke chachiiii ha kedaooo la plantillaaaaaa